Organiza tus tareas diarias como cuidador

Organiza tus tareas diarias como cuidador

 

Maneja tus tareas diarias con un plan paso a paso que incluya registros y cronogramas. Hará más fácil la experiencia de cuidador.

 

Los tipos de tareas incluyen:

  • Manejar medicamentos: Lleva un registro de todos los medicamentos que toma tu ser querido, junto con las dosis y horarios correspondientes. Asegúrate de anotar cuando haya cambios en los medicamentos.
  • Higiene y aseo personal de rutina: Mantén un horario para estas tareas para asegurarte de que tu ser querido esté saludable y aseado. Con tantas cosas que hacer en tu día, puede ser fácil pasar por alto tareas, como cambiar la ropa de cama, la afeitada o el baño.
  • Planificación de comidas: Mantén un cronograma de comidas saludables regulares para garantizar que tu ser querido esté comiendo bien. Toma nota de todas las alergias y las pautas dietéticas recomendadas por el médico.
  • Planificación de citas: Parte de tu función de cuidador puede incluir llevar a tu ser querido al médico, terapeuta o dentista. Usa un organizador personal o una aplicación de tareas en tu teléfono para hacer un seguimiento de las consulta médicas.

     

Programar un equipo de cuidadores

 

Pide ayuda a amigos y familiares para lograr un equilibrio en tu función de cuidador. Cree horarios flexibles que permitan que otras personas puedan contribuir con el cuidado de tu ser querido. Escribe el nombre de los ayudantes responsables de una tarea ese día en el planificador diario o calendario. Comunícate con ellos el día anterior para asegurarte de que no lo olviden.

 

 

 

Prepárate para lo inesperado

 

Ten los contactos y números de emergencia a mano, ya sea para ti o para otros cuidadores.

 

También es útil tener una lista de situaciones que podrían ocurrir y los pasos a tomar en estos casos:

  • ¿Qué sucede si tu ser querido sale de la casa?
  • ¿Qué sucede si tu ser querido tiene una reacción adversa a un medicamento?
  • ¿Qué sucede si tu ser querido se cae?
     

 

 

Programar tiempo para ti

 

Es fácil olvidarse de tus propias necesidades al estar enfocado en tu ser querido. Esto puede llevar al agotamiento del cuidador. Por eso siempre debes intentar programar algún tiempo libre: un día o incluso unas pocas horas. Permite que otras personas te reemplacen en el cuidado de tu ser querido por un rato para que puedas tomarte un tiempo para cuidarte a ti mismo.